Beirut, Paris y otros
Humberto Pacheco [email protected] | Martes 17 noviembre, 2015
Nos solidarizamos con los pueblos francés y libanés y los acompañamos en su luto
Trotando Mundos
Beirut, Paris y otros
Nos duele el corazón ante los atentados terroristas de Beirut y París, en que decenas de personas inocentes- incluyendo niños y ancianos- han perecido ante el ataque de energúmenos desalmados.
Son impactantes los bombardeos de estas dos ciudades, sin entrar en el análisis político de sus posibles causas o justificación, toda vez que al producirse contra la población civil inocente y no involucrada en los avatares de la política mundial, esto los descalifica. Son la noticia repugnante del momento.
Hemos dedicado esfuerzo en valorar las diversas opiniones que se han dado. El que la gran respuesta mundial se centre en París no debe sorprender. Es una ciudad asociada con la luz, la educación, la belleza, el arte, todo cuanto el hombre occidental tiene por sagrado más allá de la riqueza material, sin perjuicio de si gustan los franceses o no. No creemos que como resultado seamos indiferentes a las situaciones que aquejan otras sociedades, sometidas o que fueron sometidas a castigos parecidos.
Ucrania y Georgia nos destripan el corazón ante los ataques inmisericordes de Putin, en su desenfrenado expansionismo. La “gloria” de la poderosa Unión Soviética no se le olvida al ex-Jefe de la KGB, quien nos debe una explicación sobre sí fue él o un subalterno no autorizado quien dio la orden de derribar el avión cargado de seres inocentes de Malaysia Airlines, hecho ya debidamente confirmado por los expertos.
Las situaciones de opresión de Cuba y Venezuela, reiteradas en el tiempo hasta ser bloqueadas mentalmente, especialmente las de la primera, no se olvidan pero se guardan.
La explotación inmisericorde de negros sobre negros en los países africanos productores de riquezas minerales y las despiadas hambrunas en otros de esos países, también afectan a las personas de buena voluntad. Solo que los seres humanos nos hemos acostumbrado a dejar atrás las grandes atrocidades humanas una vez transcurrido cierto tiempo. Nuestro archivo mental prefiere adoptar una actitud de “no existieron”. De ahí que lo actual es lo que provoca respuesta.
No compartimos el criterio de quienes sostienen que estos arteros ataques a la sociedad inocente sean una vendetta por lo que los occidentales hayan hecho o no a las etnias musulmanas. Estos salvajes atacan incluso a su propia gente. Dejando de lado la proporcionalidad en el medio empleado de las sociedades del oeste, desde el momento en que los terroristas le cortan la cabeza a un ser humano inocente ante una cámara de televisión, tal grupo pierde su condición de humano. En adelante le sobrarán pretextos para violar todos los derechos del hombre.
Dos cosas nos preocupan de sobremanera: Lo manifestado por nuestro excelso Papa de que esto no es más que la antesala de la tercera guerra mundial (validado por CNN), criterio con el cual penosamente coincidimos. Y la convicción de que esto ya pasó el punto de no retorno y no será fácil detener este ejercito de suicidas sino es mediante el uso de fuerza letal y reiterada.
Nos solidarizamos con los pueblos francés y libanés y los acompañamos en su luto. Pareciera que ha llegado la hora de volver a las cruzadas.
Humberto Pacheco A.
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