Accidentes de tránsito registraron en 2024 el segundo año más mortal desde 2010
David Gómez: “Hay desidia de las autoridades para solucionar problema de muertes en carreteras”
Desarrollo de infraestructura segura, más policías de tránsito, educación vial y uso de tecnología son vitales para reducir cifras, según experto en movilidad sostenible
Esteban Arrieta [email protected] | Lunes 27 enero, 2025 08:27 a. m.
Los accidentes de tránsito sumaron el año pasado 878 víctimas, lo que representa un incremento en relación con 2023, cuando se registraron solo 855.
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Se trata de la segunda cifra más alta desde 2010 y posiblemente de toda la historia.
El dato corresponde al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que contabiliza los decesos en carretera y también las personas que fallecen en el hospital, varios días o semanas después.
Para contextualizar el drama en carreteras, hay que señalar que los asesinatos sumaron 880 en el mismo período, lo que implica que los accidentes de tránsito están en una misma dimensión cuando se habla de muertes.
Ante este panorama, David Gómez, consultor en movilidad sostenible, señala que urge desarrollar infraestructura vial que mantenga baja la velocidad de los conductores, a la vez que se eviten las maniobras peligrosas, sobre todo las que realizan los motociclistas.
Paralelamente, se deben contratar más oficiales de tránsito y contar con cámaras para sancionar conductas peligrosas. Finalmente, la educación vial debe enseñarse desde las escuelas.
El experto cree que a la fecha el gobierno ha mostrado desidia para frenar esta problemática.
¿Cómo fomentar una cultura de paz en carreteras?
En primer lugar, creando infraestructura que sea segura, clara y eficiente. Debemos desarrollar infraestructura vial que mantenga baja la velocidad de los conductores, que permita a los peatones cruzar con seguridad, que impida las maniobras peligrosas que realizan algunos motociclistas. Ese es el primer paso.
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En segundo lugar, ejercer un control vial estricto, tan estricto que se logre que cada conductor y motociclista sienta en todo momento que si comete una imprudencia, será multado. Para eso es necesario contratar muchísimos más policías de tránsito. El complemento de fotomultas es esencial para multiplicar la capacidad de control vial.
En tercer lugar, sensibilizar y educar a los usuarios viales. Enseñar a las personas, desde la escuela, qué es la pirámide de movilidad sostenible, por qué los conductores deben cuidar a los peatones y ciclistas y cuál es el peligro de la velocidad, entre otros temas importantes.
¿Se puede considerar que hay desinterés de las autoridades en atender este tema como prioridad?
Los números son claros: cada vez mueren más personas en siniestros viales prevenibles, mal llamados accidentes. Mientras tanto, los países que sí han implementado infraestructura segura, buen control vial y educación tienen muchísimas menos fatalidades que nosotros, y siguen bajando.
Entonces sí, creo que sí se puede considerar que hay desidia de parte de las autoridades, porque el problema está claramente identificado y las herramientas para resolverlo también. El MOPT mismo ha desarrollado manuales de movilidad sostenible, pero no los usan.
¿Qué hacer con los motociclistas?
Son los usuarios que más necesitan infraestructura vial restrictiva, en la que esas maniobras peligrosas no sean posibles. Carriles angostos que impidan adelantamientos entre filas, islas de refugio que obliguen a hacer giros lentos y abiertos, reductores de velocidad e intersecciones perpendicularizadas y con amplios ángulos de visión.
De igual forma, el control vial es muy importante para multar ese porcentaje menor de conductas imprudentes que la infraestructura no es capaz de impedir, aunque esté bien diseñada.
Ambas medidas implementadas de forma sistemática y sostenida en el tiempo reducen la incidencia de conductas peligrosas de algunos motociclistas.
Por último, la gente usa moto para escapar de las presas. Si modernizamos nuestro transporte público, invirtiendo para sacar los buses de las presas y ampliar el servicio del tren, haremos del transporte público una alternativa competitiva con la moto, reduciendo así la cantidad de viajes hechos en motocicleta.