El financiamiento de una campaña presidencial
Carlos Denton [email protected] | Miércoles 20 marzo, 2013
¿De dónde se consigue tanto dinero? La deuda política jamás cubre estos niveles de gasto y más bien se va cortando este aporte estatal a merced del déficit fiscal que enfrenta el estado
El financiamiento de una campaña presidencial
La lista parece interminable. Para una campaña de un candidato a la presidencia se requiere un vehículo para salir a visitar en las comunidades; este requiere gasolina, mantenimiento y seguro.
Es preferible que otro maneje para no llegar a las reuniones cansado, y al chofer hay que pagarle y dotarle con un celular para que puedan estar en comunicación permanentemente. Hay que comer cuando están de gira, aunque sea un casado, y si es viaje extenso habrá que pagar alojamiento.
Se necesita una oficina con teléfonos y por lo menos una persona que los conteste. Sería importante repartir un folleto con la foto del candidato y sus ideas para mejorar al país, y este hay que imprimirlo.
Para los que prometen votar por el candidato sería importante ofrecerles un afiche o quizás una gorra y una camiseta.
Estos gastos suman a unos $5 mil al mes, sin contar que el candidato no puede trabajar o ejercer su profesión durante el periodo de la campaña, por lo menos si quiere ganar la elección. Hay que agregar, entonces, los salarios u honorarios que no recibe durante el periodo.
Pero para ganar una elección presidencial en Costa Rica se necesita publicidad en los medios y en especial en la televisión.
Para una campaña modesta se requiere por lo menos $1 millón para una cobertura mínima en vallas, radio, televisión y prensa escrita.
Esta cifra no incluye los costos de producción y creatividad, ni tampoco la persona que montaría y manejaría las páginas en las redes sociales.
Ahora, si el candidato presidencial forma parte de un partido político de algún tamaño considerable, este contará con cuadrillas, incluyendo candidatos a diputado, gamonales y voluntarios, en todos los cantones.
Por alguna razón estos nunca logran recaudar fondos suficientes donde viven y operan, y las llamadas telefónicas al candidato presidencial pidiendo “plata” son incesantes.
¿De dónde se consigue tanto dinero? La deuda política jamás cubre estos niveles de gasto y más bien se va cortando este aporte estatal a merced del déficit fiscal que enfrenta el estado.
El candidato puede aportar algunos recursos personales, y esto en algunos casos, es inevitable. Pero también tiene que buscar “donantes,” personas que creen en él y su causa.
Se realizan cenas, rifas, bailes, subastas de arte y otras similares para conseguir fondos; estos todos ofrecen algún tipo de retribución inmediata para el donante que además tiene oportunidad de reunirse con el candidato y de escucharlo.
Pero también hay quienes aportan sumas más grandes; estos normalmente aportan a los que se perciben en las encuestas que tienen más probabilidad de ganar.
Buscan estos donantes acceso al poder y con esa meta no les interesa aportar recursos al pequeñito que no va a gobernar nunca en Zapote.
Lo que aprenden muy pronto después de lanzarse los candidatos a la presidencia es que la búsqueda de financiamiento ocupa mucho tiempo, pero es indispensable obtener dinero para tener éxito en lo que es la caza de votos.
Carlos Denton
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