¿Es alarmante la reducción del tipo de cambio para el sector exportador?

La competitividad del país, el desempeño del sector exportador y los ingresos por ventas al exterior se verían afectados por el hecho que el dólar llegó a ¢575 por unidad la semana pasada, según la Cámara de Exportadores (Cadexco).

Sin embargo, la tendencia a la baja de las últimas semanas genera un margen manejable, de acuerdo con los economistas Daniel Suchar y Alberto Franco, por lo que no hay que encender las luces de alarma.

El precio del dólar depende de la oferta y la demanda; entonces, cuando existe una sobreoferta, el mercado presiona para que este caiga.

En cuanto a las actividades exportadoras, incide este precio sobre su beneficio económico, pues los bienes y servicios que participan en dicho comercio, aunque tienen gastos internos en colones, su precio fuera de las fronteras es fijado en dólares, de manera que la rentabilidad disminuye conforme lo hace el tipo de cambio, necesitando mayor cantidad de dólares para cubrir esos costos en colones de la cadena de valor.

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Al continuar la tendencia, a mediano plazo pueden suceder dos cosas: o se incrementa el precio del producto, lo que derivaría en problemas de competitividad, o se vuelve necesario recortar gastos de producción.

“Solicitamos al Banco Central reiterar su compromiso de evitar distorsiones en la fijación del tipo de cambio, pues tendrían implicaciones severas en la competitividad del país”, dijo Laura Bonilla, presidenta de Cadexco.

No obstante, es temprano para sacar conclusiones, ya que el dólar ha retrocedido en su valor cerca de un -4 %, pero las implicaciones negativas se observarían si a corto plazo la depreciación es cada vez mayor, a un -5 % o -6 %; de lo contrario, no se observarían grandes efectos, considera Suchar.

Además, las partes involucradas antes deben considerar el comportamiento del precio de otras monedas del mundo que compiten con Costa Rica -igualmente relativo al del dólar- para conocer cómo incidirá realmente el tipo de cambio en las exportaciones del país, agregó Alberto Franco, economista.

Por ejemplo, si en Costa Rica el dólar se depreciara en un -3 %, pero en un país competidor esta moneda se deprecia en un -6 %, los bienes costarricenses se colocarían en mejor posición competitiva, a pesar de experimentar una disminución en el valor del dólar.

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Contrario si sucede como en el caso de Brasil, otro de los principales exportadores de piña; en este país sudamericano este viernes se devaluó su moneda, el real, en un -0,48 %, lo que deriva en que este producto pueda posicionarse en más mercados, puesto que los precios para los compradores externos podrían ser más accesibles que los de Costa Rica.