Es solo fútbol…
Shirley Saborío [email protected] | Jueves 28 junio, 2018
Es solo fútbol…
La fiesta mundialista nos embarga a casi todos en el mundo. Es una época maravillosa para quienes nos encanta ver el buen fútbol. Es una época que saca lo mejor de cada pueblo que se une en una sola voz. Saber que es el país quien compite entre los mejores, siempre es motivo de alegría. Pero es solo un deporte, ni más, ni menos. Claro, también es un negocio, muy grande por cierto, por los miles de millones de dólares que mueve; pero para la mayoría es solo una pasión.
Sin embargo, ante las derrotas de los dos partidos iniciales de la selección, afloró la peor versión de muchos. Cientos de mujeres y de niños han sido objeto de mucha violencia ante la frustración de la derrota luego de los dos encuentros. Y esto es sencillamente inadmisible. Que haya “hombres” que con absoluta cobardía agredan a sus familias por el resultado de un partido de fútbol es una manifestación de absoluta brutalidad. El fútbol es solo un deporte.
También surgieron decenas de personas que convocan en redes a otros para agredir a algunos de los protagonistas en Rusia. Qué locura desmedida. Absolutamente inaceptable. También la de criticar por criticar, la de destruir y demeritar. No vale la pena. Si se ganan los partidos, ¿qué ganamos la mayoría de los hogares? ¿Y si se pierden? Nuestra realidad será la misma. Debemos salir a trabajar, y los niños a las escuelas; seguiremos siendo los mismos porque el fútbol es solo un deporte, y los protagonistas son no más de 30 muchachos.
Lo cierto es que esta gran fiesta del fútbol también ha logrado aflorar muchas cualidades del tico experto. Somos expertos en fútbol, en política, somos jueces y analistas. También, nos permitimos desacreditar cualquier esfuerzo para construir mejores objetivos. No estamos de acuerdo con las personas convocadas para analizar un tema u otro. Nos damos el lujo de atropellar los derechos de las mayorías para defender intereses particulares, y sin proponer. ¿Qué nos sucede como sociedad? Hay tantas razones para agradecer al cielo la suerte que tenemos. Al norte, en Nicaragua decenas de personas están muriendo por la brutalidad de un régimen que se aferra al poder y otras muchas huyen y piden asilo en nuestro país. En Guatemala, cientos de personas siguen buscando a sus familiares luego de que el volcán de Fuego los dejara hundidos en las cenizas. Y en la frontera norte de México cientos de dramas se viven con niños como protagonistas,
No pasar a octavos de final es una clara desilusión para quienes amamos el fútbol; pero no es una tragedia ni un motivo para atacarnos unos a otros. Es motivo para entender que hubo aspectos que se pueden mejorar y que siempre es mejor jugar en equipo, que se requiere liderazgo y que debemos redoblar esfuerzos porque no somos lo buenos que creímos, ni lo malos que dicen otros que somos. Y cuando creamos que somos mejores, hagámoslo, juguemos, demostrémoslo y disfrutémoslo; no sigamos solo criticando, demeritando y mucho menos, desquitándonos la ira con los más pequeños. Es hora de hacer, de trabajar y de reconocer que siempre puede ser mejor. Pero nada de esto justifica la violencia. Por favor todo en su justa dimensión, se trata solo de fútbol.
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