Estudiantes de UWC Costa Rica contribuyen al progreso del país con más de 6 mil horas de voluntariado

Como parte de su compromiso con la formación de líderes conscientes y responsables, UWC Costa Rica continúa demostrando su impacto positivo en el país.

Durante 2024, un total de 295 estudiantes de secundaria, a través de 19 proyectos de voluntariado, dedicaron más de 6 mil horas de trabajo a comunidades y causas ambientales en las siete provincias del país.

“En UWC Costa Rica tenemos como misión cultivar en jóvenes la pasión y la habilidad para servir a la humanidad y nuestro planeta. De ahí, el programa Co-curricular se enfoca en habilitar múltiples espacios experienciales para crear un impacto social y ambiental positivo en diversas regiones costarricenses”, dijo Luis Abarca, director Co-Curricular de UWC Costa Rica.

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Los voluntariados, organizados bajo la Semana de Acción Comunitaria, se distribuyeron en diversas regiones, con énfasis en la preservación ambiental y la mejora de las condiciones de vida en comunidades vulnerables.

A través de estos proyectos, los estudiantes no solo aportan su tiempo y esfuerzo, sino que también aprenden de manera práctica sobre las necesidades de las comunidades y la importancia de la sostenibilidad.

Asimismo, en las actividades de voluntariado participaron 50 personas del staff del Colegio.

Proyectos en los que participaron estudiantes de UWC Costa Rica

El primero fue en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, donde los jóvenes pintaron y realizaron mantenimiento en la escuela local y el Ranger House, además de colaborar en la vigilancia de las tortugas y el manejo de su incubación.

En el Bosque Eterno de los Niños, se adentraron en la investigación científica sobre biodiversidad, recopilando datos cruciales para la conservación de la fauna y flora costarricense.

La colaboración con iniciativas enfocadas en la protección de especies marinas también fue significativa. En proyectos como el de Latin American Sea Turtle y La Cotinga, los alumnos realizaron patrullajes de tortugas, reforestación de manglares y plantación de árboles en corredores biológicos, actividades que fortalecen los esfuerzos por conservar los ecosistemas marinos y costeros.

El voluntariado en las comunidades indígenas y rurales del país también fue de los más destacados. En Casa Aiko, en Talamanca, los estudiantes participaron en la producción y elaboración del cacao, mientras que en la comunidad Maleku de Rancho Tojijifuru, se dedicaron a la reforestación y al mantenimiento de la escuela local.

La colaboración con la Fundación Corcovado también permitió que contribuyeran a prácticas de agricultura regenerativa y limpieza de playas.

Además, las fincas agroecológicas, como la de Campo Alegre y la Finca La Gran Vista, brindaron a los voluntarios la oportunidad de aprender sobre sostenibilidad agrícola, con énfasis en la conservación de fuentes de agua y la protección del suelo.

Los adolescentes colaboraron en la reparación de caminos y el mantenimiento de senderos, actividades que son esenciales para mejorar las condiciones de vida en estas zonas rurales.

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Otras actividades importantes incluyeron la colaboración en Cooperativa Los Campesinos, donde también participaron en actividades educativas con la comunidad y la pintura de estructuras comunales, así como el trabajo en el proyecto Mariposas del Golfo, que incluyó la reforestación del manglar y la limpieza de espacios públicos.

Los proyectos en Mastatal Matzú, también fueron parte del esfuerzo colectivo, en los que colaboraron en la mejora de la vía principal y realizaron actividades educativas con la comunidad local.

En el área de San Isidro de Heredia, se pintó un mural en la biblioteca de la residencia geriátrica Nuestra Señora de los Ángeles, contribuyendo al bienestar de los adultos mayores.

Con estos voluntariados, UWC Costa Rica no solo está formando a las futuras generaciones con una visión global y responsable, sino que está haciendo una diferencia tangible en la vida de miles de costarricenses.

Este esfuerzo, que abarca una variedad de causas sociales y ambientales, reafirma el compromiso de la institución de formar agentes de cambio que trabajen por un futuro más equitativo y sostenible.