Exportaciones a la baja y precios al alza serán las consecuencias del Fenómeno El Niño al cerrar 2023

La caída en las exportaciones y el alza en los precios de los productos agrícolas serán el principal impacto que dejará el Fenómeno El Niño al cierre del año.

Y es que, dependiendo de los efectos, se pondría en riesgo la proyección de crecimiento económico, que cambiaría drásticamente el 4,2% anunciado por el Banco Central.

Los calores que se reportan en estos días y los fuertes aguaceros son parte de los cambios climáticos que se sentirían con más fuerza al cierre del 2023.

Sequías prolongadas, inundaciones, olas de calor y tormentas extremas pueden destruir cultivos, alterar patrones de crecimiento, propagar plagas y enfermedades y finalmente reducir los rendimientos, limitando la cantidad de productos disponibles para la venta y la exportación.

El impacto para las exportaciones costarricenses podría ser alto, pues ese rubro representa 25%, según el Atlas de Complejidad Económica de la Universidad de Harvard.

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“Los números nos muestran que la región es vulnerable; lo que significa que para hacer frente a estos riesgos hay que tomar medidas que generen resiliencia y mitiguen los impactos. También es un tema de cambio tecnológico, como incorporar tecnologías de precisión, teledetección, drones o inteligencia artificial, que pueden ayudar a los agricultores a tomar decisiones más precisas sobre cuándo y dónde plantar y cómo manejar sus cultivos para maximizar la eficiencia del agua y los nutrientes”, aseguró Jaime García, Director del Índice de Progreso Social CLACDS | INCAE Business School.

La infraestructura también juega un papel relevante en este tema, particularmente la de riego, de acuerdo con García quien recomienda seguros agrícolas que pueden proporcionar un colchón financiero.

Este tipo de mecanismo de defensa para los productores es sumamente necesario ya que ni los gobiernos, ni las empresas, son iguales a la situación que tenían en el 2016 cuando ocurrió este fenómeno.

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“Si bien la economía viene mejorando, lo cierto es que los cambios climáticos provocan un riesgo, en momentos en que el régimen de zonas francas crece un 14% y también existe un repunte en el mercado doméstico”, destacó Shirley Saborío, economista.

Otro impacto sería que se comprometería la capacidad de pago de préstamos bancarios contraídos por los sectores de agricultura, ganadería, pesca y minería.

“El Niño plantea dos riesgos particulares para los gobiernos: demanda de gasto en estímulo y reconstrucción de infraestructura; y el aumento de los costos de endeudamiento si el incremento de los precios de los alimentos retrasa o ralentiza la flexibilización de la política monetaria”, señaló Moody’s Investors Service.