Hospital de simulación es el mejor de Latinoamérica

El país cuenta con el único hospital de simulación de América Latina en estar acreditado bajo los estándares de la Sociedad de Simulación en Salud (SSH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Se trata del Hospital de Simulación de la Universidad Hispanoamericana, que fue inaugurado  en 2014 y que con este sello de calidad para la enseñanza, ofrece un respaldo profesional a sus alumnos de las carreras de medicina, nutrición, enfermería y psicología.
Con la certificación, el centro es catalogado como el mejor del continente y el octavo a nivel mundial. Además, es el tercer mejor equipado de la región para brindar una experiencia en tiempo real a los estudiantes que utilizan maniquíes interactivos conocidos como fantomas, para poner en práctica sus conocimientos teóricos.
Los 35 fantomas de cuerpo completo, cuentan con sistemas vitales muy parecidos a los de un ser humano, por lo que pueden imitar gestos y sonidos que van desde un simple dolor, hasta pujar para dar a luz un bebé o el sufrimiento experimentado durante un ataque cardiaco.
“Con esta acreditación, nuestros alumnos pueden estar confiados en que reciben una formación semejante a la de cualquier estudiante en Estados Unidos. Se ha demostrado que quienes usan simulación durante sus estudios, salen mejor preparados y pueden disminuir los errores hospitalarios”, dijo Jeffry Jones, gerente general de la universidad.
La acreditación se otorga solo a hospitales que demuestren el cumplimiento de las normas básicas para el uso de la tecnología de simulación, métodos educativos y la seguridad del paciente.
Para ello, el inmueble de la UH fue valorado por auditores de las universidades de Mineápolis, Alabama, Pittsburgh y Stanford, entre otras.
En Estados Unidos existen 38 hospitales de simulación pero solo siete de ellos están acreditados. El costarricense además de ser primero en América Latina, es el más grande de Centroamérica.
Asimismo, cuenta con el único sistema Learning Space en Centroamérica y el Caribe para grabar las simulaciones en video y ponerlas a disposición de los estudiantes para que analicen sus actuaciones y puedan corregir sus errores.
Los jóvenes comienzan a hacer uso de esta experiencia a partir del segundo o tercer año de su carrera. Luego la combinarán con el periodo de internado en un centro hospitalario real.