Independencia de Cataluña sería el fin del Barcelona-Madrid

Walter Herrera [email protected] | Miércoles 04 octubre, 2017

El 1° de octubre de 2017 fue un día histórico para Cataluña. La región del suroriente español votó por un referendo que le permita separarse de España. Aunque el mismo no fue legítimo para las autoridades ibéricas, los catalanes sí le dan entidad y aseguran que seguirán luchando por su independencia.

Pero, ¿por qué es tan importante para el fútbol español que la independencia catalana no se ejecute?

Para empezar, el clásico mundial no se ejecutaría. El Real Madrid-Barcelona dejaría de existir, ya que tal cual confirmó el presidente de la Liga, Javier Tebas, los equipos catalanes serían desafiliados de la Federación Española de Fútbol.

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Tebas es sindicado de politizar el fútbol español con el tema de la independencia. Con tendencia oficialista y amigo del gobierno de turno (Mariano Rajoy), el presidente de la LFP les lanza un ultimátum a los equipos catalanes, que en varios casos se han mostrado a favor del referendo separatista, aunque no quieren abandonar la competencia de la que hacen parte.

El presidente del Comité Olímpico de Catalunya opinó al respecto, asegurando que el Barcelona, como los otros equipos de la región, tendrán la opción de elegir en qué campeonato jugarán.

Expertos en economía del fútbol aseguran que de producirse la separación y a la vez la liga catalana, Barcelona pasaría a ser similar a los grandes holandeses, sin la oportunidad de recibir los ingresos de televisión que ahora recibe. Este análisis, a causa de la dimensión territorial de la todavía región española.

El fin de semana anterior, en medio de las elecciones y las revueltas en las calles, se disputó el Barcelona-Las Palmas. Por un lado, la Liga Española no aprobó la postergación del duelo, por el otro, los pobladores catalanes no querían que se jugara en desaprobación del Gobierno español.

El juego se disputó con triunfo culé por 3-0, aunque ese detalle fue lo de menos. En las tribunas no hubo gente. Los habituales hinchas del Barcelona, además del puñado proveniente de las Islas Canarias que quisieron apoyar al equipo amarillo se quedaron con las ganas.

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La directiva blaugrana tomó la decisión de no abrir las puertas 25 minutos antes del inicio del partido. La razón, los ultras culés amenazaron con invadir la cancha y suspender el juego desde el minuto uno.

En el caso hipotético de completarse la independencia catalana, el Barca, así como los restantes cinco equipos en la Primera y Segunda División del fútbol español, tendrían que abandonar el campeonato español por reglamento.