Las Zonas Francas en Costa Rica
Óscar Álvarez Araya [email protected] | Jueves 21 marzo, 2024
Las Zonas Francas en Costa Rica representan un pilar fundamental en el desarrollo económico y social del país, siendo un modelo de éxito que ha impulsado la inversión extranjera directa y la dinamización de la economía. Estas áreas delimitadas, reguladas por la Ley de Zonas Francas, ofrecen una serie de incentivos fiscales y tributarios a las empresas que se establecen en ellas, lo que ha generado un impacto significativo en varios aspectos de la vida nacional.
En primer lugar, el régimen de Zonas Francas ha sido clave para la generación de empleo, con un crecimiento constante en el número de puestos de trabajo, especialmente en un contexto donde la tasa de desempleo se mantiene alta. Además, estas empresas ofrecen salarios competitivos y una variedad de beneficios para sus empleados, lo que contribuye al bienestar laboral y al desarrollo del capital humano en el país.
Otro aspecto destacado es el impulso a la innovación y la tecnología que han traído consigo las Zonas Francas. Las empresas instaladas en estas zonas están relacionadas con sectores de alta tecnología, como la industria de servicios, equipos médicos y dispositivos electrónicos, lo que ha fortalecido la oferta exportadora y generado cadenas de valor dentro del país.
Además, las Zonas Francas han fomentado el desarrollo de encadenamientos productivos con empresas nacionales, lo que ha dinamizado la economía y generado miles de empleos indirectos. Este modelo ha demostrado ser un motor de crecimiento económico sostenible, con un impacto positivo en la inclusión laboral y el desarrollo de la fuerza laboral femenina.
En términos de responsabilidad social empresarial, las empresas de Zona Franca han realizado importantes contribuciones al país, tanto en términos de desarrollo sostenible como en la inclusión de la mujer en el mercado laboral. Además, han cumplido con sus obligaciones fiscales y de seguridad social, contribuyendo así al financiamiento de servicios públicos y al bienestar social.
El año 2023 marcó un cambio significativo en el modelo de atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) en Costa Rica. Aunque es prematuro evaluar sus resultados, el inicio del nuevo año nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el trabajo realizado y establecer nuevos objetivos. Según el Ministerio de Comercio Exterior, en diciembre del 2023 se duplicó la atracción de IED para regiones fuera del Gran Área Metropolitana (GAM). Durante los primeros tres trimestres del año, de 56 proyectos de inversión establecidos en el país, 12 eligieron ubicaciones fuera del GAM, marcando un hito en la atracción de inversión. Este crecimiento del 16% en comparación con 2022 representó casi $3.000 millones, con las zonas francas desempeñando un papel destacado al generar alrededor del 51% de la IED.
A pesar de estos avances, aún quedan desafíos por delante. La incertidumbre geopolítica y macroeconómica global sigue impactando la atracción de IED a nivel mundial. Sin embargo, esto presenta una oportunidad para economías en desarrollo como Costa Rica. La expectativa de una disminución en las tasas de interés en Estados Unidos y Europa podría llevar a las multinacionales a diversificar sus inversiones en países con tasas de crecimiento económico atractivas. En este contexto, es vital que Costa Rica mantenga su posición en el mapa de los flujos de IED, reforzando la búsqueda de proyectos y destacando su propuesta de valor como país.
A pesar de los desafíos, Costa Rica atrajo 12 veces más proyectos de IED en 2023 de lo esperado para el tamaño de su economía, lo que subraya la necesidad de retener y hacer crecer estos proyectos para seguir siendo exitosos en la atracción de nuevas inversiones, especialmente fuera del GAM, donde el crecimiento económico es tan necesario.
En el contexto de las zonas francas, el dinamismo empresarial es notable, evidenciado por el constante incremento de las exportaciones, que actualmente alcanzan niveles cercanos al 20%. Este incremento sostenido en las actividades comerciales de las compañías ubicadas en el régimen de zonas francas ha sido un impulsor clave de la economía durante más de un año.
Las zonas francas en Costa Rica han evolucionado significativamente en la última década, transformándose de simples receptores de inversión extranjera a entornos dinámicos que fomentan tanto proyectos nacionales como internacionales. Este cambio ha implicado ajustes en múltiples dimensiones, incluyendo la diversificación de fuentes de financiamiento, la flexibilización de las modalidades de operación y el impulso de la atracción de inversiones fuera de la Gran Área Metropolitana.
Además, se destaca la capacidad del país para atraer y retener talento especializado, lo que ha contribuido al éxito continuo de las zonas francas. En este contexto, la constante medición de la competitividad y la implementación de políticas corporativas orientadas a la sostenibilidad y eficiencia productiva son cruciales para mantener la posición de liderazgo de las zonas francas como referentes en rentabilidad y excelencia. Este enfoque integral y prospectivo guiará el desarrollo futuro del sector en Costa Rica, asegurando resultados satisfactorios a corto y mediano plazo.
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