No todo es teoría en la universidad: caso de éxito de un grupo de mujeres de Cuajiniquil, Santa Elena, La Cruz

En las universidades y, en especial, en las escuelas de negocios, la razón de ser es formar profesionales en ciencias de la administración de sus diversas ramas administrativas de la mejor calidad para que las empresas sean lo más eficientes, eficaces, rentables como estables, para que sean fuentes de trabajo y desarrollo socio económico de un país, en nuestro caso Costa Rica. Pero solo un grupo muy selecto del país tiene oportunidad de estudiar aunque la Universidad Estatal a Distancia (UNED) tiene 36 sedes y 4 subsedes, además de las universidades hermanas y las universidades privadas.

Existe un grueso de la población costarricense que tienen micronegocios o emprendimientos, que lo hacen porque no tienen otra salida y quieren seguir fieles a sus principios, de manera honrada y legal, ¿Quién los prepara para que sus empresas sean eficientes, eficaces y rentables?

Lo normal o estandarizado es que las universidades vayan a los diversos lugares del territorio nacional, les demos cursos y más cursos, pero luego los dejamos a su suerte. Esta vez deseo, a las personas que me leen, contarles un modelo de acompañamiento que estuvimos trabajando desde la Escuela de Administración de la UNED en el periodo 2019- 2023, en el cual utilizamos un modelo nuevo a nivel global que es tan simple como llevar el “laboratorio” al lugar y darle un acompañamiento desde el inicio hasta que su emprendimiento llegue al punto de equilibrio productivo y financiero, por los que les quiero contar esta experiencia que espero les dé un atisbo de lo que se puede hacer y si van por la bella zona de Cuajiniquil, puedan visitar este emprendimiento y lo apoyen.

En la sede universitaria de la UNED en La Cruz, desde el año 2020 un grupo de jefas de hogar tenía la intensión de formar un pequeño restaurante para vender comida cruceña. Ese grupo de 13 personas recibió apoyo con diferentes profesores para que su idea de negocio se concretara. Durante muchos meses hubo reuniones semanales, hasta llegar al punto, en este caso, de la formalización de la empresa como una cooperativa de autogestión.

Se les ayudó en el manejo de costos, menús, métodos de higiene alimenticia, empoderamiento personal y grupal, entre otros. Para no hacer más largo este relato ya ellas tienen un Foodtruck o carreta acondicionada con todas las medidas sanitarias de ley y tienen a la venta sus diferentes exquisitos platillos autóctonos de la zona. Gracias al seguimiento o acompañamiento constante, se autogeneraron fuentes de trabajo digno, bajo el modelo de Spin-Off Social.

¡Cuando anden por el exuberante cantón de La Cruz, por favor no olviden darse una vuelta por Cuajiniquil!.