Troles del Herediano vuelven a la carga

Recientemente me otorgaron el Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.

Doy gracias al jurado, al Ministerio de Cultura y al colega Jorge Eduardo Mora, gestor e impulsor de mi candidatura por tan honrosa escogencia.

Lo primero que manifesté públicamente tras conocerse la noticia es que yo quería ganar ese Premio, básicamente como respuesta a los ataques masivos, vulgares, anónimos que recibimos en redes sociales, los pocos periodistas que nos atrevimos desde el inicio de nuestras carreras a divulgar nuestro color de equipo y desde luego, a atacar la corrupción y a los personajes que toman decisiones nada éticas, desde diferentes posiciones en el entorno del fútbol nacional.

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Estaba seguro que la Nota de Tano del pasado lunes, por el tema de fondo, generaría una cadena de ataques en las redes a nuestro trabajo profesional por los mismos de siempre, mayoritariamente un grupo grande de fanáticos vulgares del Club Sport Herediano.

Buena parte de la rifa de agresiones verbales se las ganó Marcel Hernández, solo por tener una posición que hizo pública contraria a la de Jafet Soto.

A Marcel le extrañó y no estuvo de acuerdo en que Miguel Herrera no convocara para los juegos con Belice a Elías Aguilar y a Allan Cruz.

Jafet manifestó que respetaba la decisión de “El Piojo” y qué le daba lo mismo si convocaban a uno o a diez jugadores de algún equipo.

¡Qué diferente la posición de Jafet para esta convocatoria, con la que tuvo a la hora de que Luis Fernando Suárez formó la nómina para el Mundial de Catar!

De esto último escribimos en la Nota del lunes y los “troles” del héroe del Team nos despedazaron.

Les encanta descalificar mis Notas y tildarme de viejo, borracho y manudo como agresiones más baratas.

Como son analfabetas e intelectualmente incapaces de leer una Nota completa, los remito a mis Notas de miércoles 19 y jueves 20 de marzo, apenas la semana pasada, donde no solo califico al Herediano como el mejor equipo del fútbol nacional, sino cuestiono, cómo Marcel, las ausencias de Elías y de Cruz en la nómina de la Tricolor.

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Pero, como el tema de fondo no fue Jafet, sino la gloria del Herediano y de dos de sus mejores jugadores, nuestros agresores callaron y así desnudan sus pensamientos y vulgares intenciones. Defienden a su Dios, como la plebe argentina con Maradona, y lo ubican encima de la gloriosa institución herediana de la que se dicen seguidores.

¡Chusma barata!

gpandolfo@larepublica.net