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Jueves, 26 de diciembre de 2024



NACIONALES


Matriz energética sigue estancada y depende de combustibles fósiles

Costa Rica se dirige hacia una sociedad menos sostenible y más carbonizada, según Estado de la Nación

Desarrollo de energía solar para enfrentar vaivenes climáticos sería la solución

Esteban Arrieta [email protected] | Martes 26 noviembre, 2024


En materia energética, Costa Rica es un país vulnerable, según Karen Chacón Araya, investigadora del Estado de la Nación. Cortesía/La República.
En materia energética, Costa Rica es un país vulnerable, según Karen Chacón Araya, investigadora del Estado de la Nación. Cortesía/La República.


En momentos en que el cambio climático se convierte en una amenaza real y los fenómenos climáticos afectan al país, causando sequías prolongadas o más lluvias, Costa Rica se dirige hacia una sociedad menos sostenible y más carbonizada, de acuerdo con el informe del Estado de la Nación 2024 dado a conocer a mediados de mes.

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Y es que el país sigue sin abordar de manera eficaz los factores estructurales que agravan los riesgos frente a los eventos climáticos, aumentando así su vulnerabilidad.

Ejemplo de ello es que la matriz energética sigue estancada y depende de combustibles fósiles cuando el país enfrenta periodos prolongados de sequía.

Esto quedó de manifiesto este año, cuando el país estuvo al borde de apagones por la reducción de las precipitaciones, lo cual, obligó a quemar más gasolina para generar energía.

En el 2023, el 69,4% de la energía consumida en el país se obtuvo de fuentes no renovables como el diésel y las gasolinas, lo cual refleja un constante patrón insostenible, según el Estado de la Nación.

Si bien la generación de electricidad se sustenta mayoritariamente en fuentes renovables, como el agua, el año pasado e inicios del 2024, el país experimentó los efectos directos del Fenómeno de El Niño, lo que incrementó la necesidad de recurrir a fuentes térmicas (altamente contaminantes y caras) para suplir la demanda nacional.

“La matriz energética nacional mantiene alta dependencia de los combustibles fósiles, y la producción agrícola se concentra principalmente en cultivos con un uso intensivo de agroquímicos y orientados a la exportación”, dijo la investigadora Karen Chacón Araya.

El informe indica que el uso de productos derivados del petróleo para generar electricidad pasó de representar menos de un 1%, en promedio, en el último quinquenio, a un 5% en el 2023.

En consecuencia, las emisiones de dióxido de carbono del sistema eléctrico nacional crecieron 7,5 veces entre el 2022 y el 2023.

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“El cambio climático impone riesgos al sistema hidroeléctrico nacional. La capacidad de Costa Rica para seguir generando electricidad de manera sostenible está afectada por la débil gestión de esos riesgos”, finalizó la investigadora.

Energía solar: la salvación

Ante esta situación, el país no puede depender de la quema de búnker —que contamina y encarece los precios de la electricidad— o bien, de la compra de energía eléctrica del extranjero, ya que podría llegar a ser muy cara, o incluso, no estar disponible, según los expertos.

La solución es muy sencilla. Se trata de explotar el enorme potencial que tiene Costa Rica para generar energía eléctrica proveniente del sol.

De hecho, Costa Rica tiene el tercer mejor potencial del continente, solo superado por Chile y Ecuador, de acuerdo con Jorge Esteban Padilla, integrante de la Junta Directiva de la Cámara de Generación Distribuida.

“La peor zona del país para generar energía solar es mucho mejor que la mejor zona de Alemania, país líder en el mundo en penetración fotovoltaica en sus circuitos”, agregó Padilla.

El problema es que hoy día solo el 0,20% de lo que se consume en el país en energía eléctrica proviene del sol, según datos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) a julio anterior.

Mientras tanto, el 57% proviene de plantas hidroeléctricas que dependen de las lluvias, por lo que si la temporada lluviosa registra un déficit de precipitaciones, el país se ve obligado a quemar búnker para generar energía y comprar en el mercado centroamericano, ya que la alternativa es sufrir apagones programados.

Para diversificar la matriz energética, el ICE firmó a inicios de septiembre nueve contratos con la empresa privada para producir energía solar y eólica por 166 megavatios.

De esos proyectos, que estarán listos entre 2026 y 2027, cinco son de energía solar con un potencial de 86 megavatios, lo cual es un avance, pero aun así el país está muy lejos de evitar complicaciones por los fenómenos climáticos.


Vulnerables


Una sola fuente renovable, por sí sola, no puede atender la demanda eléctrica.

Se requiere una matriz conformada por varios recursos, de diversos tamaños y fuentes, que brinden competitividad y confiabilidad a los usuarios, sobre todo en momentos en que los fenómenos climáticos como El Niño, La Niña y, por supuesto, el cambio climático, impactan a Costa Rica.

Pese a ello, el país ha apostado históricamente por construir grandes plantas hidroeléctricas, sin importar el potencial de otras fuentes como el sol. (Cifras en porcentaje reflejan origen de generación eléctrica por fuente para el período enero – julio 2024, según el ICE).

Fuente Porcentaje
Bagazo 0,72
Eólico 11,34
Geotérmico 11,85
Hidroeléctrica 57,24
Solar 0,20
Térmico 15,83
Importación 2,82


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