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Cripto invierno, ¿Cuánto durará?

Leiner Vargas [email protected] | Martes 12 julio, 2022


Luego de su punto máximo de 69 mil dólares, el BITCOIN ha caído y rebotado en el precio de 17500 dólares en tan sólo 6 meses. Alguien podría pensar que dicha volatilidad es producto de una burbuja especulativa, de una destrucción del ecosistema de las monedas digitales o cómo alguno que otro influencer ha dicho, todo es un engaño y se derrumbará el naipe, cayendo en pedazos todo el mundo cripto. Debo dejarles claro una cosa, el invierno ha sido tan fuerte como la época lluviosa en la que estamos, empero, nada más lejano de la realidad que una destrucción del mundo cripto.

Las criptomonedas en un sentido estricto no son un fin en sí mismas, representan, siempre que estemos ante un emprendimiento serio y de valor, una estrategia disruptiva de negocios en el mundo digital. Ya sea que se trate de una innovación tecnológica que pone en jaque el dinero FIAT y sus instituciones centralizadas, como ha sucedido con la llegada del BITCOIN, la primera criptomoneda o moneda digital basada en una cadena de bloques totalmente encriptada, o se trate del intercambio de activos de alto valor a través de una comunidad cerrada y altísima capacidad de compra, como el IDON. Cualquiera que sea su propósito o propuesta de valor, cada criptomoneda debe ser valorada en su papel blanco “White paper propossal”. Algunas de ellas fueron diseñadas para apoyar la difusión de la tecnología, tal como lo es Ethereum y su multi-cadena de bloques, el facilitar las transacciones entre cadenas de bloques de distintas monedas, tal el caso de POLKADOT con su moneda POLKA o con utilidades más prácticas como la toquenización de activos a través de los contratos inteligentes como el caso de SOLANA, cuya criptomoneda es el SOL o CARDANO, cuya criptomoneda es el ADA. Podríamos seguir con las más de 20 mil monedas disponibles, pero claramente no es el propósito de este artículo.

Aunque algunos analistas financieros siguen pretendiendo tratar el mundo de las criptomonedas dentro de la filosofía ordinaria de los activos de inversión y los movimientos del mercado convencional, existen realidades más allá de la apariencia. Se trata de una revolución tecnológica que se complementa con la llegada de la WEB3.0 y el METAVERSO. Todo el ecosistema de transformación digital propiciado a través de la cadena de bloques y los contratos inteligentes se encuentra en el centro del invierno de las criptomonedas. Tal como sucede en toda innovación disruptiva, la adaptación al cambio requiere tiempo, esfuerzo y aprendizaje. Es por eso por lo que esta disrupción digital le dará frutos a quienes con esfuerzo, paciencia y conocimiento miren el bosque como ecosistema y no solamente, unas cuantas ramas secas de un árbol.

Cómo muchos ecosistemas, la revolución tecnológica detrás de la transformación de mundo digital generará procesos de validación, tal cuál sucede con un fuego en el bosque, momento que permite renovar el ecosistema y que nuevas plantas verdes nazcan a partir de los viejos árboles en cenizas. No se puede tener temor a invertir cuando se invierte con sentido de mediano y largo plazo. El universo cripto es para quiénes miran erguidos el horizonte y no les da miedo aventurarse más allá de lo convencional. Muchas aplicaciones de la cadena de bloques y de los contratos inteligentes cambiarán la forma en cómo realizamos contratos hoy en día, mecanismo en el que se basa buena parte del quehacer de los seres humanos y sus empresas y gobierno en las sociedades de hoy. Automatización, descentralización, seguridad y mayores niveles de privacidad serán claves para todo este proceso de reformas a la forma que hoy en día conocemos las relaciones con el mundo digital. Los costos de transacción van a bajar exponencialmente y provocarán el cierre de las industrias centralizadas, tal como se conocen hoy en día. Desde la seguridad informática, la trazabilidad agrícola, la automatización industrial y de servicios o las transacciones comerciales, financieras o de seguros, todo cerrará un círculo gestionado desde la cadena de bloques.

Así las cosas, no importa tanto ¿Cuánto dura el invierno?, el verano siempre llegará. Tenemos entonces que las ramas secas de un modelo de negocio se han caído, pero el bosque frondoso del ecosistema tecnológico en que se basa la nueva criptoeconomía sigue intacto, esperando disruptivamente desarrollar con destrucción creativa, nuevos modelos de negocio, nuevas propuestas de valor y sobre todo, nuevas formas de hacer la cosas. Los retoños verdes volverán a crecer y el árbol dará nuevos frutos. Al igual que sucede con todo ecosistema natural, la llegada del invierno es la oportunidad para renacer de nuevo y volver a crecer. Tal como decía mi padre, que de Dios goce, siempre se cosecha en verano con el sol caliente, pero recuerda que debes sembrar en el invierno, invertir en invierno. Invertir en los modelos de negocio cripto requiere de estudio, análisis y conocimiento, este es en todo caso el mejor momento para hacerlo si aún no te has decidido.

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