“Guima” metió el bus para cuidar el empate
Gaetano Pandolfo [email protected] | Viernes 29 noviembre, 2024
“Soportamos el aluvión de los primeros 25 minutos y luego nos ordenamos.
En estas finales lo que más interesa es el resultado y lo sacamos. El empate es bueno y confiamos qué en casa, podremos mejorar en ofensiva y lograr el bicampeonato. Con un 0-0 somos campeones. En el segundo tiempo nos dedicamos a controlar los espacios y si bien es cierto ellos nos tiraron atrás, Leonel Moreira no tuvo intervenciones determinantes”.
Esto manifestó Alexandre Guimarães al terminar el juego de ida de la final de Copa Centroamericana en el Estadio Independencia, con empate 1-1 entre la Liga y el Real Estelí.
Eso del aluvión de los primeros 25 minutos fue cierto. El Tren del Norte rompió a su gusto la frágil retaguardia del León, abrió la cuenta en el minuto 13, gracias a la fuga de Byron Bonilla que dejó botado a Fernando Piñar para servir el gol a Delis Vargas y minutos después, con un poco de brújula, los anfitriones perfectamente pudieron anotar un par de goles más. Con muy buen fútbol, asociado y abierto por los costados, Ochoa, Medina, Parra, Ordoñez y un Byron Bonilla imparable, desnudaron la defensiva de la visita, pero no acertaron en la red.
Cuando el VAR le dio al Alajuelense la oportunidad de empatar en el minuto 36, al señalar penal una falta sobre Santiago Van der Putten en el área, Celso Borges empató las cifras y eso trajo paz a un León que nunca se pudo acomodar en el partido.
Poco a poco se conectaron Navarro, Campos, Toril y Canhoto y tuvieron escasas ocasiones de gol, pero lo importante fue que frenaron la ofensiva de los “kamikazes”.
En el segundo tiempo, después del minuto 60, el técnico Guimarães decidió cuidar el empate, buen negocio sin duda y prácticamente metió el bus al terreno de juego. Con los ingresos de Bryan Oviedo y de Guillermo Villalobos, paró en la cancha un 6-3-1, cerró espacios, metió pierna y alejó al enemigo de los predios de Moreira.
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A pesar de esto, Pablo Gallegos botó el empate en el minuto 75, después de hacerle un “sombrerito” a Van der Putten y quedar cara a cara frente a Moreira y también el VAR se tragó una mano de Ian Lawrence en el cierre del juego, decisión reclamada airadamente por el culto técnico del Real Estelí, Otoniel Olivas.
Muy buen equipo el Real Estelí; juego inteligente del León, cuidando un empate que le llegó inesperadamente y ahora la lógica indica que, en La Catedral, todo pinta rojo y negro.