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Martes, 17 de diciembre de 2024



NOTA DE TANO


Un apasionado Cartaginés conquistó la Copa

Gaetano Pandolfo [email protected] | Viernes 23 diciembre, 2022


Michael Barrantes figura: golazo y gestor del 2-0
Michael Barrantes figura: golazo y gestor del 2-0


En Europa pocos equipos logran el triplete en una sola temporada: campeón de Liga, de Copa y de Champions.

En Costa Rica, el Cartaginés conquistó en una misma temporada dos de esos títulos: campeón nacional y de Copa. En la Liga Concacaf tropezó temprano y fue eliminado por el Real España.

Una leal afición que no la enfría ni la ciudad, ni el 7-0 de España a la “Sele”, se hizo presente en cantidad generosa a apoyar al histórico equipo que le dio la ansiada corona de monarca y que tenía la oportunidad, ante el más enconado de sus rivales, el Herediano, de doblegarlo para subir otra Copa a sus vitrinas.

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Perdió el juego de ida 2-1 y tenía que darle vuelta a la tortilla. Su técnico, Paulo César Wanchope, leyenda de FIFA estaba de vuelta en casa y dirigía elegantemente vestido desde la zona técnica.

Cartaginés paró un 4-1-4-1: línea de cuatro en el fondo: Quirós, Vargas, Espinoza y Bonilla; en sus narices, Michael Barrantes. Luego otra cuarteta: Flores, Guevara, Cerdas y París y en sus narices, Luis Ronaldo Araya.

El Herediano, dirigido ahora por el técnico que paradójicamente hizo campeón al Cartaginés, Geiner Segura presentó formación de lujo: Alvarado; Salazar, Basulto, Soto y Fuller; Brenes, López, Tejeda y Torres, Vargas y Contreras.

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El partido tuvo una virtud: la entrega y pasión que le pusieron los futbolistas de ambas oncenas. Metieron “pata”, se fajaron, no dieron balones por perdidos, no se fingieron lesiones. Hubo roce, sudor, lesiones, pundonor.

Como un combate de boxeo entre dos fajadores, de manera tal que no hubo tiempo para el estudio. Ya en el primer round, Cartaginés pegó dos golpes certeros a la mandíbula de su contrario, no para derribarlo, porque varios “asaltos” de la pelea los ganó el Team, sino para eliminarlo.

El gol mundialista de Michael Barrantes en el minuto 2 y el gol billarístico de Luis Ronaldo Araya en el minuto 4, fueron suficientes para que el Cartaginés le diera vuelta a la serie, tuvo capacidad para sostener la ventaja en el resto del juego, contra un Herediano herido, mordido que dio todo en la cancha para cambiarle la historia al libreto.

El árbitro Ricardo Montero se tragó una mano de José Gabriel Vargas dentro del área que pudo variar el guion, también dos remates en los postes de Kevin Briceño, prueba de la insistencia del Herediano por cambiar el destino de esta final, pero la Copa se quedó justamente en la Vieja Metrópoli.

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